El fenómeno ocupacional de la fatiga laboral ha tenido diferentes definiciones, entre las que vale la pena citar:

El médico y deportista médico y deportista francés Fernand Lagrange, definía en su texto del siglo XIX “La fatigue et l’entraînement physique” la fatiga cómo: “Una disminución del poder funcional de los órganos provocada por un exceso de trabajo y acompañada de una sensación genérica de malestar”. 

Willmars “un estado psicosomático de una persona que en el curso de un esfuerzo se ven disminuidas sus habilidades hacia el trabajo. El aspecto social que el autor deja de lado, tan natural y propio del ser”

Según la agencia estadounidense CDC la fatiga es: “la sensación de agotamiento, cansancio o falta de energía”

Causas de la fatiga laboral

Cabe anotar que fatiga es un fenómeno multicausal, algunos de los detonantes de la fatiga son: la realización de tareas monótonas o repetitivas, el trabajo con gran intensidad física, tareas que requieren un gran esfuerzo mental o en las que se tiene altos niveles de responsabilidad, la monotonía de las tareas, el trabajo en ambientes con alto niveles de ruido, iluminación inadecuada o temperaturas extremas, el trabajo en espacios confinados con ventilación inadecuada,  la presencia de contaminantes, enfermedades preexistentes o crónicas, hidratación inadecuada, estar sometido a altos niveles de estrés, los conflictos laborales, 

Síntomas de fatiga:

En un estudio realizado por la consultora Yerbo entre los profesionales de la TICS denominado ‘The state of burnout in tech’ y el cual incluyó una encuesta realizada a más de 33000 trabajadores de 33 países, menciona que los principales síntomas de la fatiga laboral son: agotamiento emocional y físico, ineficacia profesional, desconfianza e impersonalidad.

Efectos:

Cabe anotar que las consecuencias de la fatiga no se limitan al entorno laboral, y por el contrario se extienden a todos los niveles de la vida del trabajador, generando entre otras las siguientes afectaciones:

  • En general afecta negativamente el bienestar psicológico del trabajador.
  • Dificultades para concentrarse y resolver problemas.
  • Dificultades para conciliar la vida familiar y resolver situaciones del hogar.
  • El trabajador es menos productivo.
  • Denota cansancio. 
  • Ejecuta movimientos más torpes e inseguros.   
  • Aparece una sensación de malestar e insatisfacción.  
  • Disminuye el rendimiento en cantidad y calidad. 
  • Problemas en el sueño. 
  • Aumento del ausentismo.
  • Mayor probabilidad de ocurrencia de accidentes laborales. 
  • Disminución de la concentración, motivación y creatividad del trabajador.
  • Incidencia negativa en el clima laboral.

Cómo abordar la fatiga en el trabajo:

Abordar la fatiga en el trabajo requiere un enfoque holístico, preventivo, y de ser necesario correctivo en el que se pueden incluir:

  • Identificar los síntomas de fatiga en los empleados, cuantificarlos. 
  • Realizar mediciones recurrentes tendientes a detectar los síntomas de fatiga y de ser necesario, tomar acciones correctivas.
  • Establecer o concertar metas realistas para cada cargo.
  • Establecer espacios de descanso, pausas activas.
  • Definir y respetar los tiempos de descanso del trabajador y su derecho a la desconexión.
  • Desarrollar actividades que fomenten la cohesión del equipo y el desarrollo o fortalecimiento de las relaciones interpersonales.
  • Incentivar el trabajo híbrido, los horarios flexibles.
  • Implementar modelos de salario emocional.
  • Generar espacios físicos y momentos en los cuales los integrantes de los equipos de trabajo puedan expresar abierta y libremente el estado de su salud mental. 
  • Incentivar momentos y prácticas como la meditación, yoga y desarrollo de habilidades artísticas, que mejoran el bienestar mental.
  • Dotar el espacio de trabajo con el mobiliario adecuado para la realización de cada una de las tareas.
  • Medir el impacto de las medidas anteriores en las tasas de disminución de la fatiga.

Tecnología contra la fatiga laboral:

Hoy existen en el mercado herramientas basadas en Inteligencia Artificial (IA) e Internet de las cosas,  que mediante el análisis de patrones, movimientos, características faciales, y gracias a cámaras, sensores y wearables, entre otros;  pueden identificar los signos de fatiga en los rostros o cuerpos de los empleados, midiendo variables como la posición de los ojos, color de los mismos, ojeras, movimientos corporales, cambios en la expresión facial, y hasta la correcta utilización de los EPP, entre otros; permitiendo a los encargados o empleados, tomar decisiones en tiempo real, emitiendo alertas  que permiten, disminuir la fatiga en los mismos. 

En casos concretos como la movilidad  los avances basados en IA tendientes a disminuir la accidentalidad, se podrían masificar en el mediano plazo, con iniciativas como CorrActions, una startup de origen israelí,  en la cual fabricantes de automóviles de talla mundial como Volvo, han realizado grandes inversiones, y que busca: “hacer que los automóviles y las personas que se encuentran dentro y alrededor de ellos sean más seguros”, según las palabras de Alexander Petrofski, director del Fondo Tecnológico de Volvo Cars: “lo cual logra a través del rastreo de los submovimientos musculares inconscientes e incontrolables pudiendo detectar una amplia gama de estados cognitivos. Por ejemplo, fatiga, falta de atención, ansiedad, alcohol/drogas, etc”.

Soluciones como Bodytrack, basadas en wearables o vestibles que mediante la recolección de métricas fisiológicas de los trabajadores como la temperatura corporal central, la frecuencia cardiaca y la variabilidad de la frecuencia cardiaca y el procesamiento de las mismas en tiempo real, emite alertas sobre los niveles de fatiga del trabajador, disminuyendo la posibilidad de ocurrencia de accidentes laborales derivados de la misma.

La fatiga laboral es uno de los fenómenos que afecta, casi que de manera transversal a todas las industrias del mundo, por lo que desde SST, estamos llamados día a día a trabajar por disminuir su incidencia en el trabajo.