Nunca antes habían convivido tantas generaciones distintas en un mismo lugar de trabajo. Baby Boomers, Generación X, Millennials y ahora la Generación Z comparten oficinas, proyectos y decisiones.
Y aunque esta diversidad puede ser una enorme ventaja, también puede generar malentendidos, frustraciones… y brechas invisibles, especialmente en la forma de comunicarse.
Porque aunque todos estamos hablando, no siempre estamos hablando el mismo idioma.
1. Baby Boomers y Gen X: la comunicación formal y directa
Quienes nacieron entre los años 50 y 80 crecieron en entornos laborales donde la comunicación era jerárquica, estructurada y muchas veces unidireccional.
Valoran la formalidad, el respeto a los canales establecidos y suelen preferir correos electrónicos, reuniones planificadas o documentos detallados para expresar ideas.